Todas las piezas son especiales, pero tengo que reconoce que tengo debilidad por los complementos de novia y si a eso le añadimos que me une algún vínculo con ella… me vuelo loca.
Ese es el caso de nuestra novia de hoy, Isa. Aunque no me acuerdo de ese día, la conozco desde el día que nació o bueno mejor dicho desde el día que llegó a su casa junto a su familia. En ese momento solo eramos vecinitas pero con el paso de los años se convirtió en mucho más.
Esa rubia y menudita niña de risa contagiosa empezó a crecer junto a mi hermana, que tiene su misma edad. Empezaron a compartir sus primeros días de colegio, sus amiguitos, sus momentos… su vida.. Y como no, ella empezó a ser para mí más que la vecinita.
Aún la recuerdo comiéndose su enorme tortilla de patata preparada con mucho cariño y mimo. Pasaba horas en casa, pasó de jugar a las muñeca con mi hermana a estudiar, debo reconocer que le encantaba estudiar con mi hermana. Voy a contaros un secreto, no os podéis imaginar lo nerviosa que se ponía el día antes del examen. Decía que las tilas que mi madre le daba eran milagrosas pero lo mejor es que no eran tilas era poleo natural, pero como ella no lo sabia creía que era la mejor tila del mundo. jajaja. Pero bueno ya esta bien de hablar de la vida privada de mis novias…
Llego el día en que esa pequeña se comprometió en matrimonio y como no podía ser de otra manera yo sería la encargada de hacer su tocado de novia. Está vez no sabía como era el vestido ni el peinado, solo que sería recogido arriba, peinado que a ella le favorece mucho. Así que le saqué todo lo que yo pensaba que mejor le podía venir con su idea. Dimos pronto con la pieza inicial, la cual después fuimos trasformando sobre todo en colores.
La pieza elegida fue una semicorona, realizada a base de flores esmaltadas engarzadas en hilo de plata. Los colores optados fueron el rosa y perlado, a los cuales le hice un degradado para que abundaran las tonalidades entre estos dos colores. Isa seleccionó estos colores para que fueran a conjunto con sus pendientes y su ramo de novia.
Otras de las piezas que realicé para Isa fue el broche para recoger su cola, pieza imprescindible para poder disfrutar
de la barra libre. Tenemos claro que disfrutó de ella… tenía, junto a su marido, preparada una bachata para abrir el baile y dejar a sus invitados con la boca abierta. Está pieza tenía una base de filigrana a la que se unían unas ramas de hojas cruzadas de las tonalidades de la semicorona.
Además de la novia, me tenía que encargar de su testigo y una de sus mejores amigas, ósea mi hermana. En esta ocasión las piezas que le diseñé fueron unos pendientes de hojas de parra, en un violeta grisáceo, con un peinecillo a juego de hoja de parra.
¡Ayyy falta el toque final! Para acabar la ceremonia y dar paso a la fiesta, los novios serían cubiertos por una lluvia de arroz teñido que les esperaba a la salida de la capilla.
¡Vivan los novios!
Maravillosa Isa!! Muy espectaculares sus complementos; enhorabuena!!
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Gracias, igualmente por tu trabajo.
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Ohhhhhhhhh qué bonito, sois encantadoras no cambies nunca ninguna
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Muchísimas gracias.
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