La madrina es la protagonista de la boda después de los novios, pero no por ello debe de ir llamando la atención. Se debe mantener en un segundo plano y llevar un look elegante y discreto.
Según el protocolo deberían ir de largo con un vestido de una sola pieza con mangas no por encima del codo, pero si es verdad que las modas y tendencias cambian. Si la boda es de día se le permite ir con un tres piezas (top, falda y chaqueta) por debajo de la rodilla.
El color elegido no debe ser ni blanco, ni beig, ni vainilla ya que podría confundirse con él color de la novia. Si es de día debemos optar por colores claros o pasteles y por la noche por colores más vivos como el rojo, azul añil, morados.
Sobre la elección de mantilla o tocado-pamela yo personalmente diría mil y una vez que mantilla, siempre que la ceremonia sea religiosa. Según la traducción la mantilla debe de ser negra, pero últimamente está muy a la moda las madrinas con mantilla blanca si la boda es de día. Para las más atrevidas están las mantillas del color del traje , o la incorporación de alguna flor de color.
En el caso de que la madrina no quiera utilizar mantilla puede llevar una pamela o tocado, siempre que ésta no supere el ancho de los hombros si la boda es de día o algún adorno en el pelo para las bodas de noche.
Los zapatos deben de ser muy cómodos ya que va a estar durante toda la boda activa, pueden utilizar el truco de ponérselos durante unos días antes para andar por casa y así irlos amordando.
Para completar su look con un pequeño clutch, alguna joya discreta y unos guantes adecuados a su traje y la época del año será una madrina perfecta.