Los guantes, complemento perfecto

Hace unos días una amiga vino a verme y me contó lo que se pondría para acudir al evento que tenía ese mismo sábado. Al comentarme que llevaría guantes, le hice un comentario tonto sobre el protocolo del mismo, ella se quedo algo descolocada al saber que soló debería llevar puesto uno en la mano izquierda y el otro quitado, aunque para todo hay excepciones. Por ello, hoy le dedico el post a los guantes y mi amiga.

En el siglo XII aparecieron los guantes tal y como hoy los conocemos. Estos han evolucionado, y a día de hoy los encontramos de cualquier tejido o piel, debido a esta variedad de materiales podemos elegir el más adecuado dependiendo de la época del año. Sin lugar a duda los guantes actualmente tienen la misma relevancia que un tocado, pamela o bolso, son el complementos perfecto para poner el broche final a tu estilismo.

Socialmente los guantes se deben de quitar para saludar, aunque en el caso de que lleváramos guantes largos podemos permanecer con ellos puestos. Siempre nos los hemos de que quitar para entrar en la iglesia o para entrar en el lugar que tenga lugar el espectáculo, y por supuesto para comer. A la hora del baile podemos volver a ponérnoslo o por el contrario, podemos seguir el mismo protocolo marcado por los tocados y seguir la fiesta sin ellos.

El motivo por el cuál se debe de llevar solamente puesto el guante de la mano izquierda y dejar libre la mano derecha, es porque no sabemos en que momento deberemos saludar a algún asistente al evento. Pero el otro guante no lo dejarás en casa, deberá ir  en la mano izquierda  con el clutch.

Para acabar recordar: «los guantes y el vestido tienen algo en común, se alarga a medida que avanza el día. En la medida de que los guantes se alargan las mangas se acortan»


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